por PATRICIA ORTEGA, ROCÍO MELCÓN y ALBERTO IGLESIAS FRAGA


martes, 17 de marzo de 2009

Tratamiento y prevención de las enfermedades de transmisión sexual (4. HERPES SIMPLEX)

El herpes genital es una enfermedad recurrente e incurable, producida por dos serotipos identificados como VHS-1 y VHS-2, aunque la gran mayoría de las infecciones genitales primarias y recurrentes son producidas por el VHS-2. La infección en el humano tiene características diferentes para cada uno de los serotipos, independiente de que las lesiones sean indistinguibles. La transmisión del VHS-2 es fundamentalmente por contacto sexual, donde una de las parejas es portador asintomático de lesiones con poca o nula signología, o bien, es eliminador intermitente de partículas virales infectantes en la mucosa genital; tiene localización fundamentalmente genital, y las recurrencias son frecuentes en más de 65% de los pacientes.14

La prevalencia de infección estimada por la presencia de anticuerpos específicos para el VHS-2 es variable. En México para la población general es menor a 30%; en cambio, para la población de alto riesgo puede ser de más de 60%, cifras muy semejantes a las observadas en otros países. En las mujeres embarazadas, las recurrencias son mayores, por lo que se debe vigilar la presencia de infección primaria o recurrencias durante el último trimestre del embarazo o en los inicios del trabajo de parto.15,16

Para establecer el diagnóstico es importante considerar que el periodo de incubación, después del contagio, es de 2 a 7 días cuando aparecen las típicas lesiones vesiculares, pequeñas, límpidas y extraordinariamente frágiles; se rompen rápidamente y dejan pequeñas lesiones ulceradas que coalescen y que, dependiendo del sitio en que aparecen, llaman la atención del paciente por el dolor lacerante. En el hombre las lesiones se presentan en los genitales externos periuretrales, en el prepucio y el surco balanoprepucial y, ocasionalmente, en las zonas perianales; el dolor es ardoroso y punzante. En la mujer las lesiones son de localización vaginal y cervical, por lo que la signología es poco aparente; sin embargo, es posible que se localicen en el introito y los labios, con dolor y molestias semejantes a las del hombre. La mujer puede tener descarga hialina, presencia de pequeñas zonas ulceradas con fondo rojizo y referir incluso la signología urinaria. La enfermedad es autolimitada; la fase aguda con máxima replicación viral dura de 3 a 5 días, y el riesgo de contagio se puede prolongar un mes o incluso más. Posteriormente se establecen cursos de latencia alternados con recurrencias, algunas de las cuales vuelven a tener manifestaciones agudas semejantes a la exposición primaria. Por lo general, no más de uno de cada tres individuos con la infección pueden tener la presencia documentada de lesiones vesiculares.5,14

Existe riesgo de infección perinatal, y la ruta de transmisión es ascendente; sin embargo, la mayor frecuencia de contagio del neonato es durante el paso por el canal del parto infectado. Ahora bien, dependiendo del momento de la infección durante el embarazo, es posible que la infección por el VHS-2 se convierta en causa de aborto, o bien, en infección neonatal sistémica grave.16

El tratamiento de los pacientes con el primer episodio de infección por herpes incluye la administración de fármacos antivirales y una amplia explicación de la historia natural del herpes genital, de la transmisión sexual y perinatal, así como de los procedimientos para reducir el riesgo de contagio y transmisión. La etiología del primer episodio incluye en 5 a 30% al VHS-1; las recurrencias son menos frecuentes con este último serotipo que con el VHS-2, aunque para los propósitos del tratamiento no importa el serotipo viral.

La prevención del contagio de herpes genital debe considerar lo siguiente:

  1. Todos los pacientes con herpes genital deben ser informados con precisión de la historia natural de la enfermedad –haciendo hincapié en el riesgo potencial de recurrencias–, así como de la eliminación periódica de partículas virales durante la fase asintomática sin marcadores de actividad clínica, lo cual representa un riesgo importante de transmisión a la pareja sexual.

  2. El paciente con herpes genital debe ser advertido de abstenerse de la actividad sexual cuando existan lesiones activas, para lo cual debe informar a la pareja sexual sobre la posibilidad de que ambos tengan la misma enfermedad. El uso del condón con una pareja nueva o no infectada debe ser obligatorio.

  3. La transmisión de la enfermedad puede ocurrir durante los episodios asintomáticos, lo cual es más frecuente cuando el antecedente de herpes genital tiene un lapso menor a un año.

  4. El riesgo perinatal de infección debe ser perfectamente explicado a la pareja sexual. La mujer con antecedentes de herpes genital debe hacerlo saber a su obstetra durante el embarazo


EXTRAIDO DE: Salud pública Méx vol.41 n.4 Cuernavaca July/Aug. 1999

Autor:Ernesto Calderón-Jaimes, M.C., M.S.P

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